viernes, 19 de julio de 2013

SIGUIENDO EL SENDERO DEL EBRO



Hacía tiempo que queríamos hacer este viaje, así que tras consultar el tiempo toda la semana y a pesar que las previsiones no eran del todo buenas, nos pusimos en marcha el sábado temprano; esta vez éramos un grupo mayor: Paz y Pablo,  Sebi y Vallina , Isabel y Pepe, Patri y  Oscar,  Casas, Fran y María y yo.
Nuestra primera parada, por supuesto bien programada, fue en Unquera, para desayunar.


Y una vez que la panza estuvo llena, de nuevo en camino, hacia Fontibre. Pasamos Torrelavega, Reinosa y for fin llegamos a nuestro destino.



Tradicionalmente se ha considerado que Fontibre, una localidad de la Hermandad de Campoo de Suso, situada a 880 m. de altitud, es el nacimiento del Ebro. Pero las aguas de la surgencia  son parte del recorrido del río Hijar que nace en el Pico Tres Mares y en cuyas fuentes está el verdadero origen del Ebro.



Un pilar de piedra coronado por una estatua de la Virgen del Pilar , recoge los grabados de los escudos de todas las provincias por las que pasa el río hasta su desembocadura.


El paraje que lo rodea es un bosque de ribera, de chopos, robles y hayas, así que pasear por allí es una delicia. Durante el paseo, encontramos la alegoría del nacimiento del Ebro, tallada en piedra por Jesús Otero , cruzamos una presa sobre un puente de madera y se puede visitar el Centro de Interpretación que hay en la entrada.




Después de un relajante paseo, nos pusimos de nuevo en camino…pasamos por Brañosera, Barruelo de Santullán y llegamos a Aguilar de Campoo, el pueblo de las galletas como lo llama María. Todavía está el edificio de la 1ª fábrica de galletas.

Aguilar es una preciosa ciudad del norte de Palencia, declarada Conjunto Histórico  artístico, en 1966. Nada más llegar ya vemos la Ermita románica de Santa Cecilia, a media ladera del castillo roquero que domina la Villa. Los accesos a la ciudad, se realizaban a través de siete puertas, de las que quedan seis.




Cuando llegamos a la Plaza Mayor( Plaza de España), rodeada de casas con soportales y calles empedradas, nos encontramos un imponente edificio gótico presidiéndola: la Colegiata de San Miguel. Es un templo de origen visigodo, reedificado en el siglo XI conservándose la puerta principal románica; el resto del conjunto es gótico y el segundo y tercer cuerpo de su torre, que se divisa desde todos los ángulos de Aguilar, es de origen herreriano…




En la plaza está el Palacio de los Manrique , con una fachada de sillería con once balcones forjados, sustentada sobre arcos de medio punto y con varios escudos; y en frente la casa de los siete linajes, con alero mudéjar, en el que se encuentran siete gárgolas, que representan los siete pecados capitales…





Caminamos un poco por el Paseo de la Cascajera: atravesamos la puerta del mismo nombre, un arco del siglo XVII, frente a varias terrazas que abren el camino, dando mucho ambiente a esta zona; a un lado partes de la muralla y al otro el Río Pisuerga, que sirve de lazo entre la Plaza de España y el Paseo del Monasterio.




Salimos por el Portillo de San Roque. Y nos dirigimos a comer en el Mesón Añejo.



 Después, de nuevo un pequeño paseo...









Y de vuelta a las motos en dirección  a Orbaneja del Castillo, declarada en 1993, Conjunto Histórico Artístico.

En este pueblo se abren los espectaculares cañones del Ebro; está colgado en terrazas de toba en la margen izquierda del angosto cañón y en él se combinan la vista de espectaculares parajes naturales y el sabor popular de sus construcciones. Sus callejuelas son estrechas, empedradas , con preciosas casas portaladas de sillería. Las casas están tan apiñadas que parece que los balcones estén suspendidos en el aire. Según la tradición fue un pueblo de moriscos y cristianos que convivieron respetuosamente.







La protagonista del pueblo es la cascada que nace en el centro de la localidad; sus aguas brotan de la Cueva del Agua, que forma parte del complejo kárstico de Orbaneja, y discurren como un arroyo que divide al pueblo en sus dos barrios: La Villa y La Puebla; este arroyo que discurre apacible por el pueblo, se convierte después en la impactante cascada, formando pequeñas piscinas naturales de gran belleza, poco antes de unir sus aguas a las del Ebro.





Desde el pueblo podemos admirar las formaciones rocosas, moldeadas caprichosamente, como la de “los camellos”o “Africa”, según se mire…



Disfrutamos un poco del pueblo y nos dirigimos ya hacia Burgos, donde íbamos a dormir.

Después de llegar al hotel y refrescarnos, nos fuimos a cenar. Estábamos muy cerca de la zona antigua, que ya empezaba a tener ambiente. Atravesamos el Arco de Santa María, nada más cruzar el río, en el Paseo del Espolón;




Y entramos de lleno en el casco histórico y directos a la Catedral. Está considerado Monumento Histórico –Artístico. Tiene forma de castillo con almenas, torreones y un arco del triunfo en honor a Carlos V; su fachada está muy trabajada, con varias esculturas…




Paseamos un poco y después de cenar , algunos fuimos a tomar una copilla y terminamos cantando y bailando en “El baúl de la Piquer”.












De vuelta al hotel, fuimos atravesando los distintos puentes que cruzan el río Arlanzón; el puente de San Pablo, uno de los más famosos porque está adornado con estatuas que representan personajes relacionados con el Cid, está  cerca del Museo de la Evolución Humana.








Por cierto que cuando estábamos comenzando a meternos en la cama, nos visitó un extraño personaje que quería cambiarnos sus mujeres por la moto…


Al día siguiente, tras desayunar, nos dirigimos a la Catedral con intención de visitarla. Pero nos encontramos con la Plaza llena de gente oyendo Misa, porque era el Corpus y había procesión. Pedimos permiso a la policía local para aparcar en la zona peatonal y no solo nos permitieron hacerlo, sinó que nos escoltaron hasta allí. Importantes que somos…
La Plaza estaba llena y la Carroza procesional estaba preparada: es del año 1900, de estilo neobarroco, labrada en plata por un orfebre madrileño; sobre ella, va la Custodia en oro, marfil, esmaltes y pedrería.


Nos dirigimos entonces a la plaza de Santa María, con la fuente del mismo nombre en el medio, rodeada por unas escaleras que permiten verla desde lo alto y por la fachada principal de la Catedral.




La Catedral, gótica, es Patrimonio de la Humanidad. Merece la pena verla aunque solo sea por fuera, con sus esbeltas agujas en la fachada principal y el espléndido cimborrio del crucero…




Entramos a la Catedral por la Puerta de Santa María donde está la nave central , y allí en su bóveda, admiramos el Papamoscas; se trata de un autómata que marca las horas, una figura de medio cuerpo con una partitura en una mano, que se asoma sobre un reloj. A las horas en punto abre la boca al tiempo que toca una campana. En un balcón al lado, está el Martinillo, una figura de cuerpo entero, que da los cuartos y las medias. Son del siglo XVIII. Como quedaba poco para dar la hora, esperamos para verlo .





La fachada tiene tres cuerpos: el inferior con la portada de tres arcos, el central con un rosetón sobre un arco ojival, y el último con las estatuas de ocho reyes de Castilla bajo un doble ventanal y encima la Virgen con el Niño.




Visitamos la capilla de Santa Tecla, situada junto a los pies de la Catedral y la más espaciosa. Su bóveda de yeserías policromadas es preciosa y su monumental Retablo Mayor tiene escenas del martirio de la Santa.



Otra de las puertas es la de los Apóstoles, cuyo tímpano representa el Juicio Final. En lo alto hay una galería con tres arcos ojivales y doce estatuas de la realeza castellana.


En la fachada sur está la Puerta del Sarmental, en cuyo tímpano central aparece Jesús rodeado de los cuatro Evangelistas y debajo los doce apóstoles.


Continuamos nuestro paseo y entramos en la Iglesia de San Nicolás de Bari, en frente de la Catedral; en su interior hay un retablo plateresco hecho en piedra, que conforma un impresionante Altar Mayor del Renacimiento.




Por último subimos al Mirador del Castillo, en el Cerro de San Miguel , a unos 950 m. de altura, donde se puede contemplar todo el casco viejo de la ciudad, quedando en primer plano la Catedral; en la barandilla fundido en bronce, se indican los lugares de interés de la ciudad. Y hay una Rosa de los Vientos. La subida es empinada, pero las vistas merecen la pena.





Nos quedaba mucho por ver, tanto de la catedral, como del resto de la ciudad, pero lo dejamos para otra ocasión.





En esta, comenzamos el viaje de vuelta y la siguiente parada fue en las ruinas del Convento de san Antón, donde los peregrinos encontraban refugio . El Camino de Santiago, pasa por debajo de dos arcos del siglo XVI que protegen la entrada principal.





Las dos alacenas para alimento de los peregrinos que llegaban a horas intempestivas, son ahora las guardianas de las ofrendas en forma de palabras escritas, que dejan a su paso peregrinos de todo el mundo, por los idiomas que se aprecian al leer alguno de los papeles…



Al llegar se ve el símbolo de la Tau usado por los templarios. En la actualidad hay un humilde albergue para peregrinos en el interior de las ruinas.

Continuando , a unos tres km, llegamos a Castrojeriz, pueblo del camino de Santiago declarado Bien de Interés cultural, donde paramos a comer…




Después de un descanso, seguimos hacia Frómista, que María y yo ya conocíamos, pero el resto aún no.
Primero paramos para ver la cuádruple esclusa del Canal de Castilla, una de las obras de ingeniería civil hidráulica más importante de las realizadas en España, pensada para transportar el trigo de Castilla a los puertos del norte. Esta esclusa, salva el mayor desnivel del canal , 14,20 m. El mecanismo para moverlas era manual mediante una cadena sujeta a un torno. 




El entorno que las  rodeaba , invitaba a echarse un ratito al sol, que es lo que hizo alguna…



Después nos dirigimos a la Iglesia de San Martín , llamada “la diosa de las Iglesias románicas palentinas”; la primera impresión es que parece sacada de un cuento; tiene más de 300 canecillos distintos decorando las puertas y los aleros de los tejados. Y destacan dos torres flanqueando la portada.




Nos sentamos después a tomar algo en la plaza y hacer una foto de grupo, antes de marchar; hay muchas más cosas que ver, pero no nos queda más tiempo.






Seguimos el viaje y pasamos Carrión de los Condes, Sahagún, Villamanín ...Parada para reponer fuerzas en Ezequiel…

Y Oviedo. Un total de 757 km…nuevo récord para Paz…

Nos quedaron muchas cosas por ver…pero eso siempre es buena excusa para volver y disfrutar de buenos lugares en buena compañía.

En breve, el enlace al resto de fotos...

4 comentarios:

  1. Un bonito viaje por tierras con mucha historia.

    Gracias por compartirlo Carbayu

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  2. Muy buena crónica, y muy completa. Me apunto un par de lugares más a la lista de futuros.

    Un saludo!

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  3. Muchas gracias a todos los que seguís mis crónicas de mis viajes en moto

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  4. Increíble el blog.
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